Para aquellos que fueron criados por sus padres comiendo
carne, puede resultar difícil imaginar disfrutar de una cena de solo vegetales. No
te preocupes… No se trata de ¡ser un devorador de lechuga! Si no de adaptar los
diferentes platos que te gustan por platos vegetarianos, por ejemplo: ¡Tacos,
espaguetis, lasaña, hamburguesas! Todo gran viaje siempre comienza con el
primer paso. No importa cuánto tardes en hacer la transición entre una vida con
carne y una vegetariana, lo importante es que comiences con este estilo de vida.
Una pregunta que tiene que soportar, toda persona que decide
cambiar su estilo de vida es: ¿Entonces que comes? Obviamente igual tenemos que
comer como cualquier persona lo hace, la única diferencia es que no comemos
carne, incluyendo aves, carne de res, cerdo o pescado.
Otra cosa que siempre te preguntaran será ¿y si no comes
carne, de donde sacas todas las proteínas que tu cuerpo necesita? Existe el concepto errado de que la
carne es la única fuente verdadera de proteína, y que por lo tanto una dieta
vegetariana sería poco saludable. Esto es un mito. Existen muchos alimentos
vegetarianos que son ricos en proteínas, incluidos los lácteos y el huevo que
tienen todos los aminoácidos esenciales y suplen los de la carne.
Ciertamente, necesitamos proteínas y la carne es una rica
fuente de ellas. Sin embargo, existe una diversidad de alimentos más sanos y
aún más ricos en proteínas, como la gran diversidad de legumbres y cereales, la
quinua, los vegetales y su combinación con hidratos de carbono, y la soya y sus
derivados.
Fuentes vegetarianas de proteínas:
-Lácteos: leche, yogurt, queso.
-Granos: trigo, arroz, maíz.
-Vegetales de hojas verdes.
-Legumbres: porotos, lentejas, arvejas, maní.
-Frutos secos: almendras, nueces castañas de cajú.
-Semillas: sésamo, girasol.
-Productos de soja: tofu, tempeh, leche de soja.
-Vegetales: zucchini, berenjena, etc.
Si fuéramos carnívoros por naturaleza, tendríamos garras y
dientes para triturar la carne. Si lo fuéramos, nuestro intestino no sería
excesivamente largo (mide 12 veces la longitud de nuestro cuerpo), ya que la
carne debe pasar rápidamente por el organismo debido a la velocidad de su
putrefacción. Si nos informamos, veremos que nuestro aparato digestivo comparte
más características con el de una vaca que con el de un león.
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